dilluns, 4 d’agost del 2008

te echo de menos


este es mi despertador, no lo dice pero está encantado de conoceros. es el que cada mañana a las 7 me cepillaría a guantazos, creerme, sin ser una persona violenta. fué un regalo deseado, sólo requerí que tuviera dos características que no tiene... la primera, las manecillas no debían hacer ningún tipo de ruido. ese tic-tac-tic-tac, que se te mete en la cabeza y resuena con mayor energía que el goteo del grifo de la cocina. la segunda, que me pudiera llevar de viaje. es enormemente enoooooorme, no pasa desapercibido. lo he colgado en alto para no alcanzarlo y darle las collejas correspondientes de las 7, la hora de empezar a salir de la cama. pero claro, sólo sabemos lo que valen las cosas cuando no las tenemos. el reloj rosa, grande y ruidoso dejó de funcionar por un colapso nervioso supuestamente agarrado a causa de un resfriado. duerme con la ventana abierta en las calurosas noches verano, pero claro, tiene una edad y necesita mayores cuidados, como dice mi abuela, las corrientes no son buenas... lo llevaremos al médico a ver si un frenadol o algo por el estilo le pone las pilas y sigue dando por xxx cada mañana del año. todos tenemos una función en el mundo... grandullón, te echo de menos.