fue en un bar. algo rápido pero meditado, mínimamente meditado debía ser, según la tiradora de cartas. "NO NO, NADA DE COGER SIN PENSAR! "PIENSA EN TÍ, SÓLO EN TÍ Y EN LO QUE NECESITAS, LE DIJO. AHORA ELIGE LA CARTA QUE TE LLAME... MÍRALAS Y DECIDE CUÁL DE ELLAS ES, LA QUE DEBE SER" y bien, después del jeje-jiji-jaja, entre risas y miradas comprometidas con la de al lado (que tenía una cara de pillina intrigada digna de ver) y un toque de incierta incredulidad, eligió entre todas ellas Una que estaba tímidamente escondida y asomaba la cabeza de entre el montón, o al menos eso le pareció. y sí, al girar la carta apareció algo que debió sorprenderle de tal manera que sus pensamientos se evadieron momentáneamente, intentando racionalizar aquello que acababa de sobrecogerle de forma semitrascendental. el desapego clamaba su presencia una y otra vez, desde hacía un tiempo, en forma de conversación, de lectura o en este caso, de un azar extraño que venía a recordarle algo que aún estaba por resolver.