dissabte, 2 d’agost del 2008

la ventana del mundo

se pasaba tres cuartas partes del año fantaseando con estusiasmo sobre qué es lo que haría durante el próximo verano. se sentia bien pensando en ello, las vacaciones significaban ese espacio de desconexión vital que la saciaba tanto como un magnum después de comer. no se trataba de una planificación muy estricta sino que simplemente consistía en rellenar, en agenda de papel que aún la acompañaba, la silueta de un mapa mundi que había en las páginas posteriores. marcaba con un lapiz de minas aquellos paises que le gustaría ver y nunca había podido visitar por falta de pasta, claro. un clásico de la gente jóven. había dos tipos de señales que diferenciaban los destinos seleccionados: círculos pequeños y círculos grandes. si Escocia, Turquía o Islandia estaban marcados con grandes esferas; Cuba, Tanzania o la Índia lo estaban con las pequeñas. un tema de pasta, claro. a más pasta menos posibilidades, prefería ver primero aquello que se podía permitir para no desilusionarse a cada golpe de ojo. camino a casa, paraba en el banco de la esquina y abría las últimas páginas de la agenda, entonces una sonrisa le hacía recordar donde se había quedado la última vez que pensó en ello... puede que se quedara pensando qué es lo que vió la última vez desde la ventana del avión, a la que ella llamaba la ventana del mundo, o puede que recordara que este año no iba a tener vacaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


2 comentaris:

interpreta-sones ha dit...

qué aviones más chiquitinos coge usté!! espero que vaya tachando esos círculos (poquet a poquet), y si no hay vacaciones, ni pasta, pues a darle al ratolí, o a exterminar esas dos neuronas que quedan completamente!! :P

lasoniete ha dit...

que algo de vacaciones van a haber...
me acaban de dar una semana!
vamos que nos vamos, pa irlanda.
:)