ayer intenté saltar al agua des de una altura de unos... no sé, 6, 7, 8 o 9 metros. claro, una es aventurera y se cree que puede superar todos sus miedos sin problemas, saltando al vacío cuando lo único que ve al asomar la cabeza es el desastre. pues no fue posible, me faltaron agallas y me pudo la mente, los pensamientos negativos se apoderaron de mi desistiendo sin poder hacer nada al respecto. en fin, la espinita ahí se queda pero yo solo se que las terrazas de los colegas cada vez me dan más miedo, que las barandillas no suelo ni tocarlas y que el suelo lejano se convierte en una pesadilla donde sólo puedo verme estampada contra él. aunque claro, pensándolo bien, ya tenemos excusa para volver...
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