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Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor graaaaande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compacdiscs y abrelatas eléctricos. Elige la salud: colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de grandes superficies. Elige el bricolaje y pregúntate quien coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima, en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida. Pero... ¿por qué iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa, y las razones: No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando ..............................? La gente se cree que esto no es más que locura y desesperación y toda esa mierda que no hay que olvidar. Pero lo que olvida es el placer que supone. De lo contrario no lo haríamos, después de todo no somos gilipollas, joder, bueno, al menos no tan gilipollas. Coge el mayor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca. Cada día debes preocuparte de las facturas, de la comida, de algún equipo de fútbol que nunca gana, de las relaciones personales y de todas las cosas que en realidad no te importan cuando estas auténtica y continuamente pensando en .............................. El único inconveniente, o al menos el mayor inconveniente, es que tienes que aguantar a todo tipo de capullos diciéndote: ¡Yo jamás lo haría!¡Todo es puta química, no jodas! ¡Es desperdiciar tu vida, tio, dedicándote a ..............................! ¡Las oportunidades que has tenido! ¡La has cagado tirándote a las vías eligiendo .............................. De vez en cuando, incluso yo, he pronunciado las palabras mágicas: Esta vez voy a llevar una vida de ordenada, he terminado de desperdiciar el tiempo! ¡Esta vez lo haré bien, voy a llevar una vida de provecho!
Adaptación del monólogo de Trainspotting, Danny Boile, 1996