Espejos que te recuerdan quién eres y de donde vienes. Espejos en los que a veces ni te reconoces. Espejos en los que te reencuentras de nuevo y te sorprendes de ti misma. Espejos que hablan sin palabras y en sus profundidades vuelves a revivir lo que fué y lo que siempre será. Espejos sinceros, inquebrantables, cristalinos, espejos rotos, únicos, de siempre. Tu otro yo, alguien que se empeña en hacerte protagonista. Espejos por todas partes... que te ofrecen rastros imposibles de olvidar.
2 comentaris:
Ostres! La meva àvia tenia el mateix mirall sobre el seu tocador....m'encanta!
si???
està a l'Ateneu... i no et vull enganyar però crec que el van trobar abandonat... ja t'ho diré!
És preciós :)
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