Acostumbraba a ir siempre al mismo sitio: eso se llama ser una chica de costumbres. Mínimas novedades. Mínimos cambios. Si la cosa funciona... para qué cambiar nada? Eso lo dice Woody Allen en una de sus películas. Y también l@s psiquiatr@s. Se sentaba frente a él al llegar al bar. La misma silla, fría, helada, de aluminio. Pedían dos cervezas que acababan siendo cuatro rápidamente, porque aquel bar regentado por una familia china había entendido lo fácil que es tener a la clientela contenta con cuatro olivas y unas rodajas de fuet. Él se comía el fuet, ella las olivas. Un clásico, inmutable. Y aunque todo parecía ser igual, un ritual compartido, una vez abrían la boca no lo era. Siempre habían temas nuevos a la conversación y muchos cambios en sus historias. Siempre nuevos matices, nuevas aportaciones. No hace falta cambiar nada para que la vida sea completamente diferente cada día... sólo hay que vivirla.divendres, 20 de maig del 2011
... para qué cambiar nada?
Acostumbraba a ir siempre al mismo sitio: eso se llama ser una chica de costumbres. Mínimas novedades. Mínimos cambios. Si la cosa funciona... para qué cambiar nada? Eso lo dice Woody Allen en una de sus películas. Y también l@s psiquiatr@s. Se sentaba frente a él al llegar al bar. La misma silla, fría, helada, de aluminio. Pedían dos cervezas que acababan siendo cuatro rápidamente, porque aquel bar regentado por una familia china había entendido lo fácil que es tener a la clientela contenta con cuatro olivas y unas rodajas de fuet. Él se comía el fuet, ella las olivas. Un clásico, inmutable. Y aunque todo parecía ser igual, un ritual compartido, una vez abrían la boca no lo era. Siempre habían temas nuevos a la conversación y muchos cambios en sus historias. Siempre nuevos matices, nuevas aportaciones. No hace falta cambiar nada para que la vida sea completamente diferente cada día... sólo hay que vivirla.
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9 comentaris:
veo que recuperaste tu inspiración... felicidades artista!
maria! quant de temps?
com estàs????????????
cuando quedamos cony
Porque si no cambias, no evolucionas. Te quedas ahí, en esa silla. Y te pasa lo más bonito del mundo por delante y no te das cuenta de que lo pierdes a cada rato. Porque si no cambias, puede, que estés destrozando a otros. Porque si no cambias, puede, que acabes tú misma destrozada. Una vez leí, que la no acción, también es accionar. Me gustó tanto que me lo repito constantemente, cuando siento miedo. Cuando pienso: si no me muevo, nadie me ve. Todos sabemos que eso, sólo funciona cuando somos niños. Después, el mundo se encarga de demostrarte que te ve y que nada es gratuito... ni siquiera los rituales de olivas y fuet. Todo acaba pasando factura...
No tiene nada que ver con NO actuar. Cambia tus palabras Mireia, y cambiarás el mundo.
UN PETONÀS, activa!
;)
Yo no tengo que cambiar mis palabras! Yo no juego en ese registro. Simplemente definía cosas que una se encuentra por ahí. Además, estos días, somos muchos los que ACCIONAMOS y somos muchos los que hemos decidido cambiarlo TODO.
estoy activa y feliz. aunque el lío emocional, como siempre, sigue ahí... sino la vida sería terriblemente aburrida! ;)
mua, guapa!
muchos... Y MUCHAS.
Las palabras son muy importantes.
;)
possiblement el millor escrit que he llegit teu. felicitats!
gràcies parelleta. jo tb us estimo... i molt!
;)
Hola Sònia
En mi caso es diferente, siempre he sido una persona bastante rutinaria, con una película ya soy feliz, ya me conoces.
Pero un día conocí a una persona que despertó en mi algo que aún no había conocido. Desde ese día empezé a creer en mi un poco más y me alegro de que esa persona se alla metido en mis películas, porque ahora aprecio más lo que tengo. Ese ser me ha hecho entender que hay que disfrutar de la vida, a veces, si que es necessario cambiar algunos aspectos de la rutina. Espero que sepas quien ha sido esa persona que ha hecho de mi alguien más importante.
Fins aviat.
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