"Normalmente yo escribo mis artículos el domingo, después de echar un vistazo a las noticias en internet para ver cuál de entre ellas puede resultar interesante comentar un lunes. Estoy escribiendo esta columna un miércoles, porque a partir de mañana jueves el día se me va a ir en organizar una cena y una fiesta y revisar listas de invitados. El sábado me caso, así que con suerte el lunes ustedes quizá ya lo sepan... o quizá no, y se enteren leyéndolo aquí.
Me parece que lo lógico es dedicarle esta columna al que el lunes ya será oficialmente mi marido: mi mejor amigo. Me ha hecho muy feliz en los últimos dos años. Me ha aportado paz y tranquilidad de espíritu. Se lleva bien con mi hija, con mi perra y con mis amigos. Le gusta lo que escribo, me acompaña a los conciertos, aguanta mi mal humor, ríe mis chistes, discute mis decisiones con palabras y argumentos y no con gritos ni malas caras y, en general, me hace la vida muy fácil. Para colmo es guapo -o yo lo veo así-, bien educado, atento, amable, un gran conversador y una persona que sabe ver el vaso medio lleno incluso cuando está casi vacío. Por supuesto, hay muchos más peces en el mar. Pero elegir siempre implica renunciar. Y yo no me arrepiento de mi decisión, porque, como ya le dije en un poema que le escribí hace tiempo y que se leyó en la ceremonia: "Me ha enseñado a dar y recibir felicidad como los pájaros que no saben de lunes ni domingos y solo tienen que extender sus alas para usarlas".
Me parece que lo lógico es dedicarle esta columna al que el lunes ya será oficialmente mi marido: mi mejor amigo. Me ha hecho muy feliz en los últimos dos años. Me ha aportado paz y tranquilidad de espíritu. Se lleva bien con mi hija, con mi perra y con mis amigos. Le gusta lo que escribo, me acompaña a los conciertos, aguanta mi mal humor, ríe mis chistes, discute mis decisiones con palabras y argumentos y no con gritos ni malas caras y, en general, me hace la vida muy fácil. Para colmo es guapo -o yo lo veo así-, bien educado, atento, amable, un gran conversador y una persona que sabe ver el vaso medio lleno incluso cuando está casi vacío. Por supuesto, hay muchos más peces en el mar. Pero elegir siempre implica renunciar. Y yo no me arrepiento de mi decisión, porque, como ya le dije en un poema que le escribí hace tiempo y que se leyó en la ceremonia: "Me ha enseñado a dar y recibir felicidad como los pájaros que no saben de lunes ni domingos y solo tienen que extender sus alas para usarlas".
Lucía Etxebarria
8 comentaris:
per un moment m'he quedat de pedra...
jaja
t'hauria convidat... per suposat!
;)
Joder, tia, quin susto!!!
seria una sorpresa jejejeje no t'ho prenguis malament soniete. Jo quan ho vaig llegir també m'ho vaig creure no tenia paraules...
jajajjajajjaja heu d'esperar sempre a llegir fins al final!!!!
a mí lo que me había sorprendido eran la razones... no el hecho de casarte!... ja,ja,ja, con todo mi cariño eh?
Bueno ya sabes que me haría mucha ilusión ir a tu bodorrio!!! Va sonia, venga, monta una fiesta por todo lo alto!!!
jaja
ja saps, el "príncipe de Beckelar" aún no se ha cruzado en mi camino... ;)
pd. creo que va a ser que no... pero bueno, a una fiesta no pot dir-me que no :)
Ultimamente te rodean palabras que hablan sobre bodas.... ahí lo dejo!! ;)
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