Allí se quedó con un palmo de narices como todas las veces anteriores, una noche cálida de primavera después de apresurarse al dar los últimos retoques a su pelo antes de salir. Iba con tiempo: tenía la hora controlada, sabía hasta el número de pasos que había entre su casa y la estación, tenía el trayecto tan minuciosamente examinado que ningún obstáculo podía interponerse en su camino, ésta vez no estaba dispuesta dejarlo escapar.
Llegó antes de la hora, se sentó en un banco de la estación, puso un ojo en su reloj y el otro lo dirigió al resto de personas que esperaban como ella el mismo tren. No conocía a nadie, las caras eran nuevas… -qué extraño- pensó-.
Pero ella, ensimismada en lo suyo, se centró en estar preparada para que ésta vez nada pudiera impedir que ella subiera al tren. Pero no. No recuerda porqué, ni qué pasó, ni cuáles fueron los motivos. Como por arte de magia, de nuevo se encontró allí sentada, sin nadie a su alrededor, sin nada que poder argumentar, esperando la llegada del tren de las oportunidades.
Llegó antes de la hora, se sentó en un banco de la estación, puso un ojo en su reloj y el otro lo dirigió al resto de personas que esperaban como ella el mismo tren. No conocía a nadie, las caras eran nuevas… -qué extraño- pensó-.
Pero ella, ensimismada en lo suyo, se centró en estar preparada para que ésta vez nada pudiera impedir que ella subiera al tren. Pero no. No recuerda porqué, ni qué pasó, ni cuáles fueron los motivos. Como por arte de magia, de nuevo se encontró allí sentada, sin nadie a su alrededor, sin nada que poder argumentar, esperando la llegada del tren de las oportunidades.
[continuará]
6 comentaris:
Me encanta como escribes. Me quedo con ganas de seguir leyendo y ver si alcanzas ese tren de las oportunidades, saber si lo coges y te lleva allí dónde desees llegar.
En efecto, me quedo con ganas de leerte, y ese es el mejor cumplido de un lector.
gracias. muchas gracias!
ya sabes, continuará...
pd. como conociste el blog?
Soniete, me vengo también yo a visitarte, no tanto por casualidad como por curiosidad. :) Me gusta devolver visitas. :) Y me ha gustado encontrarme la sorpresa de tu texto. A ver cómo sigue, pues. Volveré.
bueno, AVEces hay suerte y coges el tren adecuado, pero otras te confundes de línea, o simplemente el tren pasa de largo, por mucha atención que prestes en la estación (por aquello de la alta velocidad, supongo)
impresionante sonia!!
hay que ser optimista, y pensar que ese tren de las oportunidades nunca se escapa, porque siempre lleva un destino desconocido y diferente, y el próximo que cojas puede ser mejor que el que marchó...hasta podrás viajar sentada y con desayuno!!!
como continuara?
coge el próximo que llegue... a ver que apasionantes aventuras te depara... (seran siempre nuevas oportunidades).. y ante todo! piensa en las nuevas oportunidades!!
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