Eran extremadamente inteligentes, muy independientes, más que incontrolables… totalmente libres. No hablaban pero aprovechaban cualquier distracción para aflorar y dejarse ver, salir a flote y volverse las protagonistas de la historia. Sufrían escondidas en los suburbios entre cubos de basura, latas de atún y cajas de tabaco maltratadas por las patadas que los borrachos les daban al pasar.
Se sentía bloqueada.
Sufría sus constantes ir y venir, intentaba hablarlo a veces -cuando ya resultaban ser el centro de toda su atención-. Abría la ventana para ver si conseguía lanzarlas al vacío desde el tercero, aplastarlas contra el suelo, para que no levantaran cabeza nunca jamás. Pero siempre seguían allí, si no era una era otra, como moscardones: zumbidos insoportables que sólo podía ahuyentar mientras dormía, entre sábanas de algodón, siete horas al día.
Se sentía bloqueada.
Sufría sus constantes ir y venir, intentaba hablarlo a veces -cuando ya resultaban ser el centro de toda su atención-. Abría la ventana para ver si conseguía lanzarlas al vacío desde el tercero, aplastarlas contra el suelo, para que no levantaran cabeza nunca jamás. Pero siempre seguían allí, si no era una era otra, como moscardones: zumbidos insoportables que sólo podía ahuyentar mientras dormía, entre sábanas de algodón, siete horas al día.
4 comentaris:
Muy bonitas las sabanas, y más aún las decoradas baldosas.
PD: respecto a las intrusas no he entendido nada...
de eso se trata Maria, de eso se trata!
pd. graciasss...
:)
que tens formigues a casa? ;) jejej..
Tinc una altre teoria sorbe las intrusas, no apta para publicar.
jaja m'agradarà saber-la!
Publica un comentari a l'entrada